EL EFECTO "HAMBURGUESA VEGANA"
- David Villaraco
- Apr 18, 2020
- 6 min read
Updated: May 22, 2020
Algo no es necesariamente cierto, porque un hombre muera por ello. -Oscar Wild-
Hace un par de años, estando en Los Ángeles....espera que me estoy adelantando. unos años antes de hace un par de años, me hice vegetariano, creo que un hombre solo se hace vegetariano por dos razones, tiene una mascota a la que adora, o tiene una novia que es vegetariana.
En mi caso fueron ambas cosas, tengo un gato y un perro y mi ex novia era vegana, y además es una persona maravillosa y extremadamente bonita por dentro y por fuera que me instruyó en el asunto del vegetarianismo y veganismo y decidí optar por lo primero, si te soy completamente honesto, y no quiero convencer a nadie de nada, al principio no note la diferencia, en serio, físicamente me encontraba igual, mi mayor miedo era el no saber que comer, o como mucha gente piensa y es normal, comer todo el tiempo lechugas...nada más haya de la realidad, gracias a ella descubrí una barbaridad de platos, combinaciones, salsas....recuerdo una noche, en Ibiza que me llevó a un restaurante vegano, lo que pedimos estaba tan bueno, tan sabroso, con tanto sabor, que me vino un pensamiento tan fuerte y contundente que me hizo llorar, literalmente, la gente de otras mesas pensó que estaba rompiendo conmigo, ¿El pensamiento? fue el siguiente "ningún animal ha sufrido para que tu disfrutes de esta cena" te lo prometo, no exagero.
A día de hoy sigo siendo vegetariano, en rara ocasión he comido pescado pero no encontrarás carne en mi lista de la compra.
He sido carnívoro durante 33 años, si, lo se, muy bíblico, pero creeme no hay una célula católica en mí, durante los últimos años he sido vegetariano y la verdad no hay mucha diferencia, mi nivel de musculatura es básicamente el mismo, me siento más ligero y con más energía después de las comidas, por lo demás todo igual, nunca he tenido colesterol ni nada por el estilo, así que ahora mucho menos.
Volviendo a "hace unos años en Los Ángeles". Estaba con mi mejor amiga en un restaurante cerveceria en Santa Monica, idílico todo, una cerveza fría y del tamaño de tu cabeza, el atardecer delante de nosotros, temperatura perfecta, y uno de los mejores sitios de hamburguesas que yo había probado nunca en mi época carnívora, para mí era una tortura el pensar que ahora no podría disfrutar de esas hamburguesas. Pero para mi sorpresa, ahora en ese sitio tenían un hamburguesa vegana llamada Imposible burguer, así que obviamente me decante a pedir mi hamburguesa Goomba de siempre con el patty vegano, al rato, la camarera vino con nuestras dos hamburguesas y la cesta de sweet potatos que habíamos pedido.
Observé mi hamburguesa con gran escepticismo porque a la vista, parecía exactamente igual que la de mi amiga, de hecho dudé y pensé que se habían equivocado, pero tuve un poco de fé y le pegue un mordisco, no lo escupí porque había sido carnívoro y no me iba a pasar nada, pero le dije a mi amiga que se han equivocado, mi amiga también la probó y llegó a la misma conclusión.
La camarera vino y se aseguró de que la orden era la correcta, y me dijo que todo estaba bien y mi hamburguesa era vegana, yo volví a mirar escéptico porque además la hamburguesa parecía estar poco hecha y podía ver la sangre, la camarera insistió en que de verdad era vegana, por un segundo pensé que mi ingles me la estaba jugando, entonces me explicó que la marca que hace esa hamburguesa, Impossible foods utiliza leghemoglobina de soja que es lo que le da esa textura y ese sangrado, además utilizan aceite de coco para darle un toque sabroso, es una hamburguesa con cero colesterol pero a la que aún le falta un poco para ser más saludable que la de ternera, si que ha superado con creces el poder ser más sostenible.
Entonces un día, lleve a un amigo a comer allí y pedí dos hamburguesas veganas sin que se diera cuenta, una vez teníamos la panza llena le pregunte que le había parecido y me hablo del sabor, del tamaño, de la salsa, y que la carne era buena, imaginaros su sorpresa cuando le comente la jugada, se quedó con la boca abierta, ¿Cómo lo iba a sospechar? estábamos en una hamburguesería, y estaba con alguien de su confianza, no creyó que esa carne fuera vegetal ni por un instante, es más, él sabía de mi vegetarianismo y ni siquiera me preguntó por el cambio, dedujo en su mente que yo me había vuelto carnívoro de nuevo en lugar de que él era el que estaba probando algo diferente.
No se cuestionó nada, y esto es lo que pasa en muchas ocasiones, que creemos en algo, sin saber por qué creemos en ello, por qué no nos preguntamos por qué.
¿Por qué creo en este partido? ¿Por que creo que la derecha es mejor que la izquierda? ¿Por qué creo en la iglesia católica o en la islámica? ¿Por qué creo en los economistas?
Hemos incendiado amistades por posturas que no estamos seguros de por qué las estamos adoptando. Para los escritores, especialmente los escritores de columnas de opinión, es una forma peligrosa e irresponsable de escribir, pero para todos nosotros es una forma peligrosa e irresponsable de vivir.
Si queremos tener una confianza real en nuestras ideas y opiniones, si queremos no solo involucrarnos, sino también ser miembros de la comunidad moralmente coherentes, si queremos ser entendidos y comprender a los demás, tenemos que aprender por qué creemos lo que creemos y cómo hemos llegamos ahí. Piensa en un problema social que hayas estado debatiendo recientemente. Piensa en la opinión y el argumento que presentabas con tanto afán y fuerza.
¿Puedes recordar un momento en el que te sentiste diferente?
¿Puedes recordar por qué te sentiste diferente?
¿Puedes recordar los eventos o el proceso de pensamiento que te llevaron por el camino hacia la creencia u opinión que tienes hoy?
Si realizas este ejercicio honestamente, hay algunas cosas muy interesantes que puedes aprender. A menudo, las personas descubren al menos una de las siguientes:
Tu postura está basada en una historia que puedes usar para ayudar a otros en el camino hacia una comprensión similar.
Tu postura es una tontería y no es digno de creencias tan arraigadas (no puedo decirte con qué frecuencia he hecho este ejercicio en mi cabeza y descubrí que mi argumento era poco más que "mi madre me lo dijo una vez cuando fui un niño").
Tu postura en realidad te llevó por un camino diferente que no viste, y honestamente no crees lo que crees que crees. ( leelo un par de veces )
Había una bifurcación en el camino hacia donde estás ahora, y podrías haber emprendido fácilmente otro viaje igualmente válido a otra creencia igualmente válida.
Estos descubrimientos son esclarecedores y útiles. Puedes usar este ejercicio no solo para reafirmar tus creencias, sino también para poder reconocer en qué punto están otros en su camino de comprensión y encontrar un lugar de conexión con ellos que antes parecía imposible (y si tú eres escritor, divulgar parte de este viaje es una forma maravillosa de establecer confianza con un lector). Pero lo más importante, este ejercicio puede ayudarte a mantenerte honesto.
Muchas veces adoptamos y defendemos ideas que no entendemos realmente.
Un examen honesto de tus creencias es muy parecido a limpiar la casa.
Tienes muchas cosas en tu casa y todo puede parecer muy necesario. Pero si compras todos los artículos que te llaman la atención y te los llevas a casa, se acumularán, bloquearán tu puerta y te aislarán del resto del mundo. Pero si regularmente sostienes cada elemento a la luz y preguntas, “¿por qué tengo esto realmente? ¿Me está ayudando? ¿Satisface esto mis necesidades? ¿Esto alguna vez satisfizo mis necesidades? ¿Realmente necesito mantener esto o se está agregando al desorden y evitando que pueda encontrar las cosas realmente útiles que ya tengo o con las que podría reemplazarlo? entonces vivirás una vida en la que podrás respirar más fácilmente, disfrutarás de lo que tienes e invitarás libremente a las personas.
Deja de dejar que tus creencias te posean. Examínalas de cerca. Mantén lo que es honesto y útil, desecha el desorden y repara lo que es valioso pero esta dañado. Tus creencias son importantes, pero no son permanentes. Recuerda, no siempre te sentiste así, por nada
Comments